Baltasar Ibán, bravos a rabiar. Buena tarde en Massamagrell (crónica de la tarde)
Salía el tercer toro perteneciente a la ganadería de D.Baltasar Ibán, divisa de culto para el aficionado y hierro muy ligado a la historia de la decana Penya Taurina Massamagrell, y este "Rabiosillo" volvió a refrendar su idilio una vez más y a hacer honor al azulejo que luce en su finca madrileña; Los Baltasar Iban, son bravos a rabiar.
Burraco de capa, ofensivo de pitones, bajo y bien hecho, realizó este número 25 una salida queriéndolo todo repitiendo y haciendo hilo en varias ocasiones, el astado fue pronto, con muy buen tranco, noble y muy claro por ambos pitones, lo quería todo siendo muchos los quiebros y enfiladas las que se vieron en frente de cajones, destacó un quebrazo a pelo de Sergio Sarrión. Posteriormente le cambiaron los terrenos a "Rabiosillo" llevándolo a la plaza de la Iglesia siendo fundamental para que desarrollase y sacase todo el fondo que tuvo, una maravilla también el hecho tener todo un recorrido de arena.
En la plaza de la Iglesia siguió embistiendo con entrega tuviendo mucha duración, mucho temple al quiebro del jóven local Denis Jiménez y de Franchut. Bravo y muy noble toro de Baltasar Ibán, ovacionado al ser encerrado.
El primero de la tarde fue el de Juan Pedro Domecq, colorado de capa, armado de pitones, excelente de presentación, mucho trapío y a la vez mucha armonía en sus hechuras, salió con muchas piernas siendo un tanto abanto de inicio, luego demostró virtudes teniendo calidad y humillación en el embroque, mucha clase la del Juan Pedro rebosandose en las telas sobre todo en las enfiladas. Cumplidor. El otro de Baltasar Iban, que salió segundo, embistió a mitad altura, brusco en el embroque, iba y venía pero sin decir mucho, si bien es cierto que fue un poco a más pero sin acabar de romper.
Sorprende el Juan Pedro, importante embolada en Massamagrell (crónica de la noche)
A "Vajillero" del hierro ducal de Juan Pedro por la tarde ya se le habían visto muchas virtudes unido al gran trapío que lucía que aún le daba mayor realce a todo, si bien, le faltó centrarse, no acabó él de dar todo lo que llevaba dentro. Por la noche en cambio sorprendió yendo a más en una muy buena embolada donde se pudieron ver grandes detalles ante un toro bravo y con un gran fondo.
Fue un acierto llevarlo a la plaza de la Iglesia donde se hizo fuerte pudiendo desarrollar todo lo que llevaba dentro cambiándole los terrenos a razón de lo que el toro pedía en cada momento. Las arrancadas eran con todo, de las de verdad, repitiendo, haciendo hilo, transmitiendo mucho y también metiendo la cara con la calidad y categoría de la que siempre ha hecho gala esta casa ganadera.
Aunque le costaba al quiebro lució muchísimo en las enfiladas cuando se metían en su terreno a la larga donde el de Juan Pedro se estiraba con todo apretando mucho por el derecho, también tenía su exigencia... todo lo que se le hizo tuvo su importancia, había pasado una hora de reloj y aún seguía embistiendo mejor que al principio con codicia y mucho ímpetu, fue encerrado bajo una gran ovación del respetable en un emocionante momento, las caras de felicidad de la gente lo decían todo, que gran embolada habíamos visto, muy buen toro de Juan Pedro.
Se había embolado en primer lugar otro Juan Pedro directo a pilón, jabonero de capa, semental entrado en edad y reparado de la vista que atendía al nombre de "Pardillo", salió fuerte del palo dejando alguna arrancada con peligro, poco que destacar. En tercer lugar se emboló el burraco de Baltasar Iban que tan bueno había sido por la tarde, si bien, como era de esperar, se paró en su embolada, el de Cortijo Wellington ya lo había dado todo, de inicio aún dio la cara pero se mostró en todo momento tardo y quedándose muy corto. Nos fuimos a casa, eso sí, con el buen sabor de boca de la gran embolada del Juan Pedro en ese bonito marco de plaza. Buen día de toros de Massamagrell.
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