La Penya Taurina Museros culminó un gran día y volvió a triunfar a lo grande, cuando las cosas se hacen con tanta ilusión y afición normalmente tienen y deben de salir bien. Y el día de ayer, sábado 15 de octubre, fue un claro ejemplo de ello, un muy buen matinal y una noche para el recuerdo. Enhorabuena amigos, sois espejo y ejemplo del buen hacer. PTM, el triunfo de la afición.
Desencajonadas
A las 17h, desde la calle Hort de Xufa engalanada para la ocasión, abrió la tarde "Gandul" de Guadalmena, un toro muy bonito de hechuras, acapachado de cuerna, pegado al suelo, un tacazo. Salida emocionante parándolo de segundas Noel repitiéndole hasta en tres ocasiones, una vez se asentó embistió pronto y alegre viéndose grandes detalles como fueron un soberbio quiebro de Álvaro, a cámara lenta y muy ajustado, un excepcional quiebro de Quique, otro de Ferri y también un salto de Javi Hernándiz, el astado derrochó nobleza si bien le faltó un poco de poder. Cumplió, fue ovacionado.
Noche para el recuerdo
A la hora de cenar, de forma inesperada, calló una auténtica tromba de agua que dejó impracticable la zona de la arena, y en una muestra de afición y coraje, a contrarreloj, se echó un camión de arena en la plaza de corrales para que se pudiesen lucir los toros. Chapó. Los toros bravos tienen la virtud de crecerse en la pelea, y aquí en las calles el toro completo de verdad se ve por las noches, y así fue, varios de ellos se vinieron arriba y propiciaron muy buenas emboladas viéndose infinidad de detalles. El de Santi Domecq realizó una salida tremenda y codiciosa haciendo hilo al cortador, cambió por completo respecto a la tarde, y es que en esta ganadería con la huella de sangre Núñez tan marcada los toros suelen ir a más y tener mejores finales que inicios, fue un toro muy encastado, de mucho carbón, era brusco cuando entraba en la jurisdicción del rodador pero a su vez tenía mucho motor y codicia en cada una de sus embestidas, virtudes muy apreciadas en las calles, los mejores detalles vinieron de la mano de Pinel y Banegas, que nos pusieron a todos el corazón en un puño, saliéndole a la larga y dándole mucho metros con el animal totalmente entregado llegándoselo a cortar en el último momento. Impresionante. El toro fue ovacionado al ser encerrado en corrales. Notable embolada.
En segundo lugar se emboló el de Guadalmena que también fue a más, cabe resaltar que Rubén, el ganadero, vino a Museros a presenciar la lidia de su toro, seguro que se irá maravillado con la pasión con la que se vive el Bou al Carrer. El de la divisa jienense fue un dechado de calidad, un super clase, su misma mirada con esos pitones cornidelanteros a la altura de los ojos transmitían esa nobleza y entrega que iba a demostrar en cada una de sus arrancadas, en el embroque se desplazaba a los vuelos y humillaba con el hocico por la arena, con el defectito de irse alguna vez cuando veía salida, si bien tuvo mucha duración y tuvo una embestida especial, para abandonarse, sentirse y soñar el toreo.. Fueron muchos los quiebros destacados que se vieron y no quisiera dejarme a ninguno, cabe resaltar la ovación espontanea que surgió con el toro parado y ya exhausto después de haberlo dado todo, fue bonito que la gente apreciase la clase que atesoraba ese animal. Muy buena embolada.
La noche iba embalada y el de Lagunajanda por si fuera poco también mejoró con las bolas sacando un punto más de chispa, otro toro para el disfrute de los allí presentes, noble y con movilidad que realizó una buena embolada, la noche se nos hacía corta con todo lo que se estaba viendo, la gran parada de mansos de El Saliner arropó al toro hasta corrales, otro astado ovacionado. Por último se emboló el de Guadajira, más parado, a este le costaba más que a los anteriores, aún así dejó varias fuertes arrancadas y se pudieron ver detalles al quiebro poniendo fin al gran día organizado por la Penya Taurina Museros. Enhorabuena a todos, os lo merecéis. El triunfo de la afición